Todo concluye en algún momento.  Y eso, por suerte, incluye al dolor.

Estamos en constante evolución. Y si sabemos aprovechar las experiencias para cambiar positivamente, crecemos y nos transformando en personas más sabias y felices.

Porque al final, la vida trata de eso: sacar el mejor provecho de lo que nos toca vivir.  

A veces los cambios son tan sutiles que no los notamos. Fluimos con ellos. 

Pero otros cuestan más. 

Como en la separación.  En la mayoría de los casos para cerrar ciclos y avanzar, hay que “hacerse el ánimo” para no quedarse estancado. Para soltar y avanzar.

Superar la separación no es fácil… 

Es uno de los eventos más traumáticos y estresantes de la vida. Porque al remecer y cambiar la dirección que llevaba la vida, muchas cosas dejan de existir. 

Y hay que volver a juntar la energía y reflexionar hacia dónde quieres ir, para luego poder dedicarse a construir una nueva versión de ti mism@ y de la familia, pero mejorada. Ojalá más sabia y en paz.

En este proceso es muy útil contar con un acompañamiento y espacio de reflexión para hacer el duelo y salir adelante. Y evitar así quedarse estancado.

Por lo que creemos, podría ser de tu interés la siguiente información y servicios: