Después de un tiempo de separad@, empiezas a aceptar que es posible que las cosas no vuelvan a ser como antes.

No significa que deje de doler. Pero la intensidad de las emociones y la idea de reconciliación, va dando paso al verdadero duelo.

Tras el shock y negación inicial, surge de manera natural la inquietud de definir y estructurar más a largo plazo esta nueva realidad.

Ordenar las cosas. Y con ello, aparecen inquietudes legales y prácticas: cómo dar por terminado el matrimonio, dividir bienes, evaluar temas económicos, organizarse con todos los temas de los niños, entre otros.

Y esto es SANO. Sobre todo si lo vives con consciencia y conexión emocional.
Pero también puede complicarse y terminar en una separación conflictiva, si te dejas llevar por el dolor, la rabia o el miedo.

Repetir infinitas veces el patrón de quedarse peleando con el ex sin resolver nada o ceder la postura solo para evitar el conflicto (de manera momentánea…porque siempre vuelven las peleas).

Por lo difícil y trascendental que es esta etapa, resulta fundamental que te movilices y hagas cambios asesorad@ por especialistas.

Como siempre decimos: mientras más te informes, asesores y apoyes en lo emocional, legal y financiero, mejores posibilidades de cerrar ciclos y avanzar de manera sana hacia un nuevo equilibrio.

Por eso es te sugerimos la siguiente información y servicios: