Tener la conversación donde se comunica al otro la decisión de separarse, nunca es fácil. Ni aunque sea una “crónica de muerte anunciada” y ambos lo deseen. El hablarlo lo hace real, nos transformamos en ex pareja. Esto no nos deja indiferentes… al menos en la mayoría de los casos puede sentirse un mix de alivio-miedo-pena.
Idealmente, dar por cerrada la relación de pareja, requiere de una conversación en un momento planificado y pausado. Ojalá que esto no sea anunciado en el medio de una discusión explosiva, o al menos que se pueda volver a retomar esta declaración en otro momento, con algo más de altura de miras. De hecho, en la mayoría de los casos, las personas que se separan pasaron más de una vez por conversaciones en las que la separación fue parte de las opciones que se barajaron.
La idea de tener esta conversación final, es poder cerrar el ciclo y no volver nuevamente a abrir temas o discutir. Por lo mismo recomendamos mantener la comunicación focalizada en hablar de los propios sentimientos, sin culpar al otro, y de las razones por las que hemos decidido poner fin a la relación. Ser honesto pero respetuoso, no debiesen ser incompatibles.
Y, si es posible (porque a veces realmente no lo es), reconocer algo de lo positivo de la relación que han tenido y lo que agradeces de haber compartido ese tiempo con el otro. Y desearle un futuro bueno al otro.
El tipo de cierre que uno tenga muchas veces influye de manera importante, no solo en la relación futura con nuestro ex, sino que además en el propio duelo… en el inicio y pronóstico de nuestro propio proceso de desenamoranos y volver a reinventarnos.
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